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<center>'''4º Encuentro: año 2005.'''</center> |
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[[Archivo:Casilda_4º_encuentro_001.jpg|thumb|280px|Quemando rakú en la nueva Quinquela.]]El cuarto y último encuentro se llevó a cabo los días 15 y 16 de octubre de 2005. Para ese entoces ya habíamos afinado detalles, comopor ejemplo conseguir un fotógrafo que documentara el evento, y coordinar con los medios para hacer filmaciones que luego se pasarían por el canal de cable local. |
[[Archivo:Casilda_4º_encuentro_001.jpg|thumb|280px|Quemando rakú en la nueva Quinquela.]]El cuarto y último encuentro se llevó a cabo los días 15 y 16 de octubre de 2005. Para ese entoces ya habíamos afinado detalles, comopor ejemplo conseguir un fotógrafo que documentara el evento, y coordinar con los medios para hacer filmaciones que luego se pasarían por el canal de cable local. |
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<br />Antes del 4º ecuentro, hicimos una jornada de quema de las piezas de rakú. Ya habíaos experimentado el atractivo que éstas ejercen sobre el público, por el espectáculo bien conocido de las piezas saliendo al rojo del horno, el humo, etc. |
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[[Archivo:Casilda_4º_encuentro_003.jpg|thumb|260px|Vista general de las piezas.]]En la foto se ven parte de las piezas horneadas ese día. En el centro destaca una de las vasijas grandes torneadas por Tusi. Es una especie de urna, con un personaje sentado en la tapa. |
[[Archivo:Casilda_4º_encuentro_003.jpg|thumb|260px|Vista general de las piezas.]]En la foto se ven parte de las piezas horneadas ese día. En el centro destaca una de las vasijas grandes torneadas por Tusi. Es una especie de urna, con un personaje sentado en la tapa. |
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Para entender su sentido, hay que saber que en esa época se había producido una de las inundaciones más catastróficas por desborde del Río Salado sobre los barrios más bajos de la ciudad de Santa Fé. |
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Revisión del 18:31 3 nov 2021
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La quema previa.
Quemando rakú en la nueva Quinquela.
El cuarto y último encuentro se llevó a cabo los días 15 y 16 de octubre de 2005. Para ese entoces ya habíamos afinado detalles, comopor ejemplo conseguir un fotógrafo que documentara el evento, y coordinar con los medios para hacer filmaciones que luego se pasarían por el canal de cable local.
Antes del 4º ecuentro, hicimos una jornada de quema de las piezas de rakú. Ya habíaos experimentado el atractivo que éstas ejercen sobre el público, por el espectáculo bien conocido de las piezas saliendo al rojo del horno, el humo, etc.
En esta ocasión se acercaron a colaborar Tusi Horn y María Rosa Walker, expertas en el tema. Lorena Cámara vino también, acompañada por Marta Midaglia, profesora del Instituto de Cerámica de Avellaneda. Además de las piezas de los ceramistas, horneamos piecitas que se pusieron a la venta para recaudar algo para el próximo encuentro.
Pieza de Fermín Viña, del 3er encuentro.
Una de las piezas más llamativas es ésta de Fermín Viña, una especie de personaje imposible de definir, no se sabe si es un alien, o qué es en realidad...!
En esta ocasión, la gente acudió al llamado hecho por los medios locales, con ánimo de colaborar con la escuelita. Ese día y en los días subsiguientes se recaudó bastante dinero de la venta de las piezas menores.
Las piezas del 3er Encuentro quedaron como patrimonio de la escuela.
Vista general de las piezas.
En la foto se ven parte de las piezas horneadas ese día. En el centro destaca una de las vasijas grandes torneadas por Tusi. Es una especie de urna, con un personaje sentado en la tapa.
Para entender su sentido, hay que saber que en esa época se había producido una de las inundaciones más catastróficas por desborde del Río Salado sobre los barrios más bajos de la ciudad de Santa Fé.
La falta de una obra de contención (por culpa de un terraplén inconcluso), hizo que se perdieran vidas, viviendas y bienes materiales de todo tipo. El personaje de la tapa: la gente, subida al techo de sus casas para salvarse.
El Encuentro.
Finalmente llegó la fecha designada. Para este 4º encuentro hicimos un cambio: ya veníamos pensando en rotar a la gente, para no cansar a los amigos, y por otro lado, para generar un mayor interés al variar los estilos y las propuestas de trabajo.
4º Encuentro: Don Rubén Winkler al torno.
En esta ocasión los convocados fueron Rubén Winkler y Fernando López (Rosario, Santa Fé); Marta Midaglia y Julio Cando (Avellaneda, Prov. de Buenos Aires), y el autor, Dante Alberro.
En esta foto, el público observa la habilidad de Don Rubén, un alfarero de raza, dueño de una destreza envidiable en el manejo del torno.La alfarería heredada de su padre data de 1879, siendo su primer dueño un alfarero español.
4º Encuentro: Marta Midaglia.
La gente de la Escuela de Avellaneda se interesó en participar a raíz de la visita de Marta Midaglia, en ocasión de la quema de rakú hecha el año anterior.
Le gustó la propuesta de los encuentros, lo que sumado al ambiente acogedor y la cordialidad de la gente de la Quinquela, hizo que manifestara su interés en venir a participar. Posteriormente Julio Cando demostró también su interés en concurrir, por lo que se les hizo una invitación formal a ambos.
En la foto vemos a Marta Midaglia torneando sus piezas en pasta blanca de baja temperatura.
Julio Cando y más atrás Fernando López.
Julio Cando participó también torneando vasijas en pasta blanca de baja. En la foto se lo ve torneando vasijas en torre.
Además aportó haciendo una demostración de una técnica que él realiza, consistente en bañar con barbotina una pieza bruñida y bizcochada, para someterla luego a un ahumado en un tacho con aserrín. La barbotina al secarse se cuartea, dejando una red de grietas que el ahumado del aserrín marcará.
Fernando López torneando en pasta de gres.
Fernando López fue el alfarero más joven del Encuentro. Yo lo conocí a raíz de una visita que hice a su taller en Rosario, y me llamómucho la atención en dos aspectos: su manejo del tema gres en pastas y esmaltes, y el hecho de que haya aprendido a tornear solo, sin ningún maestro.
Las piezas de Fernando me parecían una exquisitez ya en esa época, en cuanto al torneado y el manejo de los esmaltes. Le comenté a la directora de su trabajo y decidimos invitarlo a participar del encuentro.
El tiempo me dió la razón: con posterioridad Fernando se trasladó a Buenos Aires, donde pasó un tiempo aprendiendo junto al maestro coreano Im Kyong Woo. Hoy está trabajando junto a Victoria, su pareja, haciendo gres a 1300º C en horno a leña.
Quema de rakú durante el 4º Encuentro.
El éxito de la quema de rakú que hicimos en el 2004, nos animó a repetir la experiencia.
Para esta ocasión conté con la ayuda de Marta y Julio, expertos en este tipo de quemas. ¡Las piecitas se vendieron como pan caliente!
En la foto vemos a la gente del Taller de Video de la Quinquela documentando todo el proceso.
Mesa con piezas a la venta
Finalizamos este 4º y último encuentro, satisfechos por los resultados y por una mayor concurrencia de público. Posiblemente sea el que mayor repercusión tuvo, como fruto del trabajo realizado y la tarea de difusión hecha duante los tres anteriores.
Es el final de la jornada: don Rubén Winkler junto a Alberto Alonso, un ceramista amigo, están admirando las piezas de rakú. Frente a ellos está la directora, María Angélica Blanco, a quien creo que Casilda le debe un reconocimiento mayor, por su tarea de tantos años al frente de La Quinquela.
Al año siguiente, el desplazamiento de María Angélica de su cargo como directora motivaron mi renuncia a mi cargo de docente frente al taller de Alfarería. La gente de Casilda, que debería haber protestado por ello, no lo hizo. Las consecuencias se vieron en el deterioro posterior que sufrió la Quinquela en la calidad y cantidad de todas sus actividades.
Una comunidad que no defiende su cultura es una comunidad de una extrema pobreza espiritual.
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