Virú y el de Moche. La población que se desarrollo en estos lugares, vivió en un inicio, en la parte baja del valle; luego tienden a desplazarse y ocupar la parte media de los valles.
La arquitectura ha permitido definir cuatro tipos de construcciones identificados a esta cultura:
- Los centros urbanos ceremoniales: eran construcciones donde se hicieron pirámides de grandes dimensiones que se relacionaban con el desarrollo de actividades ceremoniales y de culto.
- Los castillos fortificados:eran grandes edificaciones ubicadas lugares estratégicos de la parte alta, donde se angosta el valle medio; su función era vigilar, defender y controlar el valle.
- Las grandes casas semiasiladas:presentan habitaciones y techo a dos aguas generalmente estaban alejadas y solitarias, en estas debieron de vivir personajes principales o funcionarios que supervisaban las actividades productivas.
- Las aldeas eran aglutinadas, allí vivía el pueblo; en sus construcciones utilizaron materiales perecedores como el carrizo la caña y el algarrobo.
La cultura Virú presentó una especialización guerrera, inferida a partir de las construcciones monumentales y estrategicas llamadas o conocidas actualmente como castillos los cuales presentan una arquitectura fortificada estos habrían servido exclusivamente en forma defensiva.
La autoridad política se centralizó en la capital en el valle de Virú; en los otros valles existieron ciudades menores.
Los ceramios Virú se caracterizaron tambien por su aporte estilistico de decoración negativa, cuya presentación nos muestra que tiene como fondo el color natural del cerámio, cercando diseños geométricos, además trabajaron el cobre martillado, el oro y la plata.
Los Virú fueron los iniciadores de los huacos – retrato, que años más tarde perfeccionarían los Mochicas.
Las formas habituales incluyen vasijas con asa estribo, botellas con una figura modelada y pico unidos con asa puente, ollas con cuello y varias formas de jarras, así como grandes urnas.
La cerámica fue pintada con la técnica del negativo.
Esta técnica consiste en pintar las areas que rodean las líneas que delimitan los motivos decorativos, mas no los motivos mismos, que de este modo aparecen resaltados en negativo. El color que contrasta es el negro sobre el fondo naranja.
Esta técnica también es propia de la Cultura Recuay y de las culturas mesoamericanas y centroamericanas.